Retener el capital de las empresas en el territorio es un objetivo claro si se quiere mantener la capacidad de decisión y el compromiso de nuestras organizaciones. Sin embargo, muchas empresas tienen dificultades para orientar su norte estratégico y pueden llevar la nave a la deriva o verse tentadas a ‘abandonar el barco’ y dejarlo en manos de sociedades financieras sin vínculos con el territorio. Lamentablemente, esto ocurre. Hoy de 100 empresas familiares guipuzcoanas
creadas hace 40 años tan solo 5,4 siguen siendo familiares. Las demás han desaparecido, se han vendido a grupos extranjeros o han dejado de ser familiares.
Para encarar las causas estructurales del problema, entre otras estrategias, es importante abordar la formación y el apoyo a empresarios actuales y futuros. Por ello, la Fundación Antonio Aranzábal y la Deusto Business School en su campus de Donostia han desarrollado un Taller de Empresa Familiar dirigido a formar a futuros directivos, comprometidos y capacitados para “bien-gobernar” sus empresas. En este Taller han participado un grupo de estudiantes, hijos y nietos de empresarios o no, que han podido entender las claves para la toma de las decisiones en la empresa familiar.
Consideramos esta formación como estratégica para el futuro de la empresa familiar, activo fundamental de nuestra economía. Sin empresarios formados en el buen gobierno, comprometidos y capacitados con sus empresas, difícilmente mantendremos en nuestro territorio el centro de decisiones de nuestras organizaciones. En eso estamos desde hace ya más de quince años y seguiremos, la Fundación Antonio Aranzábal y la Deusto Business School (campus Donostia).
Algunos participantes del Taller